

La flor suspiro
Compuesta por Lucía Miranda e Izar Newlow
En base al trabajo de Violeta Blanco, Izar Newlow, Luna Navarro, Curro Pino y Xoan Ribera
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Interpretada por Izar Newlow
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Edición: Carlos Zamora
2020, Erizo Records
lyrics-
Según cuentan los antiguos,
hubo un día en el que las mareas,
hijas de la atracción del Sol y la Luna, amenazaron con convertirse en cinéticos tsunamis.
Pero una sirena a lomos de delfines, apaciguó con su canto la guerra embravecida, convirtiendo en cándidas lagunas a los granujas océanos.
Volando y armado con sus flechas aparece, Cupido,
Aumenta el ritmo cardiaco, fluye la sangre, las endorfinas se liberan.
Cupido apunta a una hermosa virgen
Tú
Que ajena a su presencia, contempla el espectáculo.
Y dispara sus implacables dardos, atravesando uno,
Tú,
diez,
tú,
cien,
tú,
mil corazones
tú.
Más la Luna,
volcánica y soberana de las noches de amor loco
lanza sus castos rayos deteniendo la fogosa arma.
El dardo, cae entonces sobre una flor: Chrysanthemun Leaucanthemum,
¿Me quiere? ¿No me quiere? ¿Me quiere?
Señora de nuestro destino,
antes blanca, ahora púrpura por la herida.
Te enamorarás perdidamente de la primera criatura viva que veas si los pétalos de esta flor caen sobre tus párpados.
Las muchachas, la llaman... Suspiro.
Cuando suspiramos por amor,
lo hacemos porque inconscientemente dejamos de respirar,
y el corazón late más rápido requiriendo más oxígeno: un suspiro.
Al sentir emociones fuertes, el organismo produce adrenalina y norepinefrina y los pulmones se llenan de aire como si fuéramos a correr. Pero cuando ese aire no se gasta, se elimina en forma de: suspiro.
En un estudio reciente los investigadores de las Universidades de UCLA y Stanford han descubierto que suspiramos 12 veces por hora.